Te vuelves loca, sin saber que hacer, sola en tu casa. Con la televisión encendida pero con ningún canal configurado. Extrañando aquellos dulces abrazos que te daba. Aquellos besos inesperados. Aquellas caricias interminables. Pero eso ya pasó, dio a su fin. Ahora levántate, sal a la calle, y olvídate de todo. Empieza tu vida desde cero, y te darás cuenta que esos abrazos que describías como dulces, no valían nada. Que la vida te devuelve todo lo que tú la das. A sí que aprovecha estas oportunidades. Hay mucha gente ahí fuera, preguntándose cómo sería conocerte. Ve, y dales la satisfacción. Entra a formar parte de la vida de otras personas, y verás que todo empieza a cobrar color.
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